Eficiencia Energética: Equipos más eficientes, enfoque ineficiente
En el día de la Eficiencia Energética, compartimos la columna de nuestro consultor asociado Fabián Hormazábal.
Mucho se habló sobre energía el año recién pasado y mucho más se seguirá hablando el presente y futuro. Etiquetado energético, huella de carbono, ampolletas de bajo consumo, etc., son conceptos que de a poco la mayoría de las personas comienzan a entender.
En la mayoría de los seminarios, charlas y ferias, el tema parece centrarse en el desarrollo y comercialización de equipos más eficientes, incorporación de energías renovables no convencionales o enfoque que a mi juicio está bien, pero no es el más eficiente. Déjenme poner un ejemplo.
Supongamos que usted se ducha 13 minutos todos los días con agua caliente, utilizando una ducha que consume 12 litros/min, lo cual equivale aproximadamente a 3.900 kcal de energía. Si para calentar el agua usted usa un calefón con un 75% de eficiencia, entonces cada vez que se ducha estará consumiendo 5.200 kcal. En este caso, ¿qué medida será más eficiente? ¿Cambiar el calefón por uno más eficiente o disminuir la duración de la ducha? Hagamos el ejercicio. Si cambiamos el calefón por uno con un 80% de eficiencia, nuestro consumo disminuirá a 4.875 kcal, pero si nos duchamos solo 10 minutos el consumo bajará 4.000 kcal.
Cuando usamos el aire acondicionado en una temperatura innecesariamente baja, cuando hervimos agua más de una vez para tomarnos un café o cuando abrimos el refrigerador más de la cuenta, son ejemplo en los cuales podemos hacer el mismo ejercicio anterior. En estos casos también podremos darnos cuenta que es más eficiente regular la temperatura adecuadamente que cambiar el equipo de aire acondicionado por uno más eficiente, o hervir el agua solo una vez que cambiar el hervidor, o abrir el refrigerador solo le necesario que cambiarlo por uno de menor consumo.
Como se puede ver, para hacer eficiencia energética de manera eficiente, primero se debe optimizar el uso final de la energía y luego analizar los equipos o sistemas que utilizamos para satisfacer nuestra demanda energética. ¿Qué sacamos con tener equipos muy eficientes si la energía que me entregan la desaprovecho?
Por lo tanto, en el día de la eficiencia energética nuestra invitación es a analizar nuestra demanda energética y minimizar al máximo nuestros consumos, y luego a pensar en qué equipos podemos cambiar por otros que sean más eficientes.
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