L a mayoría de los empaques producen desechos que resultan contaminantes para el planeta, lo que genera una serie de expectativas y exigencias hacia las marcas, demandando productos y procesos que no impacten de forma negativa al planeta. De esta necesidad surgen los empaques biodegradables con un diferenciador claro: la no contaminación.
Este resultado no podría darse de otra forma si no fuese con la ayuda de la innovación y la tecnología. De ahí que la ciencia sea clave para desarrollar productos sustentables como la Resina BioE-8, biopolímero biobasado capaz de integrarse a la economía circular a través del reciclaje orgánico.
La Resina BioE-8 está compuesta de material biobasado, renovable y biodegradable. Independientemente de las condiciones de degradación, los productos elaborados con este material vuelven a la naturaleza en condición de alimento y generación de nutrientes en el medio ambiente.
Bioelements emplea la Resina BioE-8 y sus derivados para la elaboración de todos sus productos de biopackaging o empaque biodegradable, de modo que sus productos tienen la capacidad de biodegradarse bajo distintas condiciones ambientales: aeróbica, anaeróbica, ambiental y en el ambiente marino.
“Su tecnología aplicada al medio ambiente es la Resina BioE-8, creada por nuestra empresa en 2016, biodegradable, compostable y que hoy no solo es el corazón de la compañía y base de sus productos, sino que una solución para contrarrestar la crisis medioambiental. Con esta tecnología disminuye el tiempo de degradación de los envases de miles de productos en el 99,7%, ya que mientras el proceso de degradación convencional conlleva unos 400 años, los de los productos compuestos con la Resina de Bioelements llevan entre seis y 20 meses. Lo anterior, dependiendo del tipo de producto desarrollado y en el tipo de ambiente en el que quede el producto postconsumo, sin necesidad de la intervención humana. Es decir, sin que necesariamente haya que compostar al producto ni reciclarlo”, Ignacio Parada, CEO y cofundador de Bioelements.
La innovación desarrollada por Bioelements, puede ser utilizada en cualquier maquinaria de plástico convencional existente, esto implica que las fábricas que realizan productos a base de plástico convencional pueden incorporar fácilmente la materia prima de la empresa, sin tener que realizar cambios y evitando tener que realizar grandes inversiones en nuevas maquinarias.
“A esto podemos añadir la preservación de las fábricas y los puestos de trabajo en la misma, ya que la fábrica podrá ser reutilizada y no deberá cerrar por falta de demanda”, agrega Parada.
Otros servicios
Además de la propuesta de valor en el desarrollo de sus productos, Bioelements realiza certificaciones a nombre de sus clientes, avalados por una red de certificadoras y laboratorios. En el caso de Chile, Bioelements cuenta con alianzas estratégicas, como DICTUC e IDIEM en Chile, que avalan cada uno de los desarrollos e innovaciones en términos de biodegradabilidad y compostabilidad.
“Esto es importante, porque de esta forma generamos credibilidad con respaldo científico y los clientes tienen sus empaques certificados con el nombre de su propia empresa: los certificados se emiten a nombre de los clientes, no a nombre de Bioelements. Cabe destacar que el servicio que brindamos a cada uno de nuestros clientes es personalizado, trabajamos en conjunto con cada uno de ellos, principalmente para cubrir todas sus necesidades. No somos un proveedor más, buscamos ser un partner estratégico para ellos”, recalca Parada.
Bioelements es una empresa de biotecnología y economía circular que, desde 2014, produce bioplástico sostenible para envases, películas y bolsas. En 2016, desarrollaron la resina BioE-8, biodegradable y compostable, y que hoy no solo es el corazón de la compañía y base de sus productos, sino también una solución que propone Bioelements para contrarrestar la situación medioambiental.
La compañía opera en Perú desde 2018 y, en 2019, abrieron en México. En 2022, comenzaron las operaciones en Brasil y Colombia, dando lugar al siguiente paso: el ingreso a Estados Unidos como último país referente en el mercado americano.