¿Fuga de gas o emanación de monóxido de carbono?
La emanación de monóxido de carbono es un fenómeno más común de lo que se piensa, especialmente durante el invierno y, en muchas ocasiones, suele ser asociada o confundida con una fuga de gas. Fabián Hormazábal, gerente de la unidad Ingeniería Térmica y Medio Ambiente de Dictuc, explica que ambos fenómenos poseen diferencias significativas, tanto por sus causas como por sus efectos.
Una fuga de gas, como ya es sabido por muchos, puede desencadenar una explosión o incendio, mientras que el monóxido de carbono puede tener consecuencias mortales con solo respirarlo. De hecho, no existe una relación directa entre ambos sucesos, ya que cuando hay una fuga de gas lo que se está liberando son hidrocarburos que corresponden a metano, en el caso de gas natural, o a una mezcla de propano con butano, en el caso de gas licuado. Por lo tanto, sea natural o licuado, ninguno de estos gases contiene monóxido de carbono y la única alternativa para que éste se produzca es a través de la mala combustión de algún combustible.
Es por esto que la fuga de gas posee otras causas para que pueda desencadenarse, entre las que destacan principalmente tres:
- La primera puede ser a causa de una tubería o unión dañada y, por ende, el gas se filtra por un lugar indebido.
- La segunda posibilidad es que se ejecute una mala manipulación de un artefacto que abra el paso de gas al quemador, sin haber ignición, y no se detenga su paso inmediatamente.
- La tercera razón es que la llama de un artefacto se apague, sin impedir el paso del gas.
¿Cuáles son las consecuencias de una fuga de gas?
Dependiendo de la magnitud, existen dos tipos de consecuencias. Si la fuga es poca, pero en una cantidad suficiente para generar una mezcla inflamable, puede desencadenar una pequeña explosión, incendio y/o generar alguna quemadura a las personas en caso de producirse una chispa. En el caso de que la fuga sea de una magnitud mayor, el gas desplazará el aire, pudiendo provocar asfixia en las personas y/o provocando una gran explosión en caso que el gas se encienda.
¿Qué debo verificar para evitar este tipo de situaciones?
Fabián Hormazábal recomienda hacer un buen uso de los artefactos a gas y sus instalaciones. De hecho, es necesario solicitar una inspección periódica por parte de entidades acreditadas por la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC) y estar atentos a cualquier olor que se sienta mientras se utilice algún tipo de artefacto a combustión. Si bien, los gases combustibles no tienen olor, las empresas distribuidoras tienen la obligación de agregarle odorizante para identificar una posible fuga, según lo establecido por la ley.
En algunos casos, existen artefactos que cortan automáticamente el flujo de gas gracias a sus sensores de llama, sin embargo, las cocinas no traen este dispositivo, lo que implica no descuidarse cuando, por ejemplo, se cocina algo que haga hervir el agua y que eventualmente se derrame sobre la cocina apagando la llama y dejando el paso de gas libre.