El dispositivo, creado por un equipo de profesionales de diversas especialidades junto con el DICTUC y alumnos del Magister de Innovación de la Pontificia Universidad Católica, toma en forma automática imágenes de la retina y luego, a través de un software son diagnosticadas en menos de 24 horas por una red de profesionales desde cualquier lugar del mundo en el que se encuentre.